Chris Jericho y Bray Wyatt libraron una guerra emocional durante las últimas semanas con amenazantes juegos mentales que culminaron en un enfrentamiento en SummerSlam. Al final, la nueva cara del miedo demostró a Y2J que está lejos de ser un falso profeta. Todo lo contrario: de hecho, este monstruo es muy real.
Después de derrotar al Devorador de Mundos en WWE Battleground, era lógico que el Ayatolá del Rock 'n' Roll fuera el favorito en la mayor fiesta del verano, sobre todo teniendo en cuenta que los temibles seguidores de Wyatt, Erick Rowan y Luke Harper, tenían prohibido acercarse al ring. Sin embargo, como hemos visto varias veces con este autoproclamado monstruo, las cosas no siempre son lo que parecen.
Wyatt llegó a su duelo frente a Jericho sin sus seguidores al lado, pero por el aspecto del repleto Staples Center de Los Ángeles, la enigmática superestrella no iba a tener escasez de seguidores. Jericho no perdió tiempo en ir al ataque y lo hizo utilizando su arsenal de altos vuelos para tomar ventaja sobre su misterioso adversario, aunque el insensible Wyatt dio rápidamente la vuelta a la tortilla.
Mientras Wyatt y Jericho se enfrentaban, la bulliciosa multitud de la Costa Oeste parecía en conflicto sobre su favorito. Justo cuando parecía que Bray estaba dispuesto a despachar a su enemigo, Y2J invirtió el aterrador intento de su rival en los Muros de Jericho. La cosa no fue a mayores hasta que el despiadado Wyatt se levantó en su espeluznante posición de cangrejo tras una impresionante patada voladora del seis veces campeón del mundo.
Fue en ese momento cuando Jericho pareció aturdido, sin saber a qué se estaba enfrentando. Wyatt lo aprovechó ejecutando a su rival con una variante de su despiadada Hermana Abigail. Después de asegurarse de que la ciudad de Los Ángeles sabía quién era su verdadero salvador, Wyatt dio el beso siniestro de la Hermana Abigail por segunda vez, sellando su victoria.
