Un eslogan puso en marcha un movimiento que se convirtió en un grito de guerra triunfante en WrestleMania 30, ya que 75.167 miembros del Universo de la WWE acompañaron a Daniel Bryan a la victoria contra Triple H con estruendosos cantos de "¡Yes!" en el lleno total del Mercedes-Benz Superdome. La victoria de Bryan sobre el Director de Operaciones de la WWE le premió con un lugar en el evento principal de la noche, al enfrentarse a Batista y Randy Orton por el WWE World Heavyweight Championship.
Sin embargo, las celebraciones fueron de corta duración. Momentos después de que Bryan conectara un rodillazo y derribara al Rey de Reyes, Stephanie McMahon entró al ring y "felicitó" a Bryan con una sucesión de golpes. Distraído, Bryan era vulnerable a un ataque de Triple H, que fue tras el hombro ya herido de Bryan, una táctica utilizada por Triple H a lo largo de este encuentro cargado de emoción.
Todavía sintiendo los efectos de un ataque brutal similar por Triple H la semana anterior en Raw, Bryan llegó al ring de WrestleMania con vendas envueltas alrededor de su pecho, un accesorio que puso en claro contraste la vulnerabilidad sobre el conocido por Stephanie como "el hombre más poderoso de la WWE". En una muestra de lo que parecía ser la deportividad, The Game comenzó la pelea, extendiendo su brazo para un apretón de manos, un movimiento que fue contrarrestado por una patada en la palma de la mano por el revolucionario barbudo.
Arriesgándose a una lesión mayor, Bryan lanzó su cuerpo sobre el sádico director de operaciones, pero fue Triple H quien obtuvo una ventaja temprana tras atacar el punto débil de Bryan. En dos ocasiones, Triple H atacó a la extremidad dañada de Bryan, pero fue un segundo ataque de The Game lo que permitió a Bryan invertir la maniobra en su propia "¡Yes!" Lock. Mirando en ringside, la sonrisa maliciosa de Stephanie se transformó en una mirada de preocupación ya que Triple H apenas pudo llegar a las cuerdas.
Después de ser derribado por las patadas veloces de Bryan, Triple H - impulsado por puro odio por el Movimiento del "¡Yes!" - pudo detener a Bryan con un Pedigree. Las aspiraciones de Bryan en WrestleMania aparentemente habían sido en vano.
A medida que el Superdome cobró vida por su intrépido héroe, Bryan evadió un segundo Pedigree y sorprendió a Triple H con su rodillazo al rostro para obtener a la victoria. Y "Yes-sleMania" nació.
Aunque el sueño de Bryan de la grandeza de WrestleMania se remonta a sus días de la escena independiente, su viaje al Show de Shows verdaderamente comenzó en SummerSlam del año pasado. Allí, el Rey de Reyes, le robó el título para dárselo a la "Cara de la WWE", Randy Orton. Bryan recuperó el título en una revancha en la Night Of Champions, pero el recuento rápido de un referee proporcionó a The Game la posibilidad de despojar del titulo al Hombre de "¡Yes!" la noche siguiente. A pesar de su asombrosa popularidad, Bryan luchó frente al enemigo más grande que jamás se había enfrentado en todos sus años en el ring: La Autoridad.
Frustrada, la Autoridad había "pedido su cabeza", Bryan perseveró, ansioso de venganza contra el hombre que lo considera indigno de los reflectores. En WrestleMania 30, Bryan demostró con creces su valía, una revelación que sin duda alimentó el ataque posterior al encuentro de Triple H.
Bryan podría haber conquistado a The Game, pero queda por ver si a pesar de las lesiones podrá vencer a The Animal y The Viper en el evento principal del mayor evento de todos.
