Roman Reigns venció a Daniel Bryan en WWE Fastlane 2015
Después de una pequeña parada en pits por WWE Fastlane, Roman Reigns está de regreso en el camino a WrestleMania.
Con el viaje al Show de Shows en juego y el apoyo dividido del ruidoso Universo WWE, Roman Rigns atravesó a su rival con una Lanza, destruyendo los sueños de Daniel Bryan de repetir participación en el evento estelar de WrestleMania.
Esto no quiere decir que la batalla de las Superestrellas del Año 2013 y 2014 haya sido olvidable. A pesar de que Roman Reigns quizás haya nacido destinado para esta victoria (y quizá la siguiente) por su sangre Anoa’i, Bryan – quien intentaba escribir su propio destino – le dio clases el ex Campeón de Parejas WWE como nunca había recibido.
Bryan inició el encuentro cumpliendo su promesa de superar al poderoso, deslizándose en la lona con una rodilla y haciendo gala de su juego de pies mientras Reigns tenía dificultad por seguirle el paso. Si Reigns subestimó el arsenal de Bryan, fue compensado por su gran fuerza física. En cierto momento, Reigns rompió la sumisión de plancha de Bryan simplemente pateando a La Barba.
Que Bryan haya respondido no fue sorpresa. Sin embargo, su tímida ofensiva fue detenida por otro round de castigo, mientras Reigns lo preparaba para recibir el Golpe de Superman.
La Barba estaba listo para ello. Mientras Reigns estaba en el aire, Bryan lo conectó con una patada que casi detiene el encuentro. Luego, el dolor le permitió darle tres –leíste bien, tres – patadas voladoras en la cara y una lluvia de rodillazos al samoano. Es comprensible que Bryan haya intentando un hurricanrana desde la tercera cuerda, pero es todavía más entendible que Reigns casi haya atravesado el piso del ring con una poderosa reversión de Powerbomb.
Bryan intentó cambiar de estrategia, atrapando a su oponente en la Llave “¡Sí!”. Nuevamente, el poder de Roman fue su salvador, cuando logró tocar las cuerdas, pero las habilidades luchísticas de Bryan probaron ser superiores, cuando golpeó al Big Dog con un par de clavados suicidas. Sin quererse quedar atrás, Reigns contrarrestó el tercer clavado con un suplex, pero Bryan volvió a levantarse y esquivó una Lanza.
Luego, tras intentar surcar los aires nuevamente, Bryan fue recibido por un Golpe de Superman. Sin embargo, mientras una Lanza era preparada, La Barba golpeó a su oponente con un rodillazo.
En ese momento, el réferi Mike Chioda podría haber sido perdonado por detener el encuentro, haciendo el combate contra Brock Lesnar uno de Triple Amenaza. Tanto Bryan como Reigns estaban exhaustos, mientras el logo de WrestleMania parecía retar a ambos a levantarse de la lona.
Como siempre, Bryan fue el primero en ponerse de pie, golpeando a Roman con una lluvia de patadas. Sin embargo, el samoano logró cachar una de las piernas de Bryan y siguió el movimiento con un grito de guerra, pero su oponente no se dejó intimidar. La Barba abofeteó al samoano en el rostro y saltó por los aires, maniobra de que alguna manera terminó en otra Llave “¡Sí!”.
Reigns demostró proeza en lucha olímpica por cuenta propia, librándose del sometimiento y pasando la guardia de Bryan para machacarlo con golpes estilo callejero. El triángulo de Bryan fue inefectivo, ya que Roman plantó al Hombre del “¡Sí!” en la lona con una powerbomb.
El Universo enloquecía cuando Chioda se aproximaba al número 10 en el conteo doble, pero ambas superestrellas – o lo que quedaba de ellas – se levantaron a pelear: Roman abofeteaba la cara de Bryan, Bryan golpeaba con la bota a Reigns. Finalmente, Reigns buscó refugio en una esquina y los cantos de “¡Sí!” comenzaron a resonar mientras Bryan se preparaba para dar el rodillazo que lo mandaría al evento estelar de WrestleMania.
Usando lo que le quedaba de fuerza, Reigns se impulsó hacia delante y atravesó a Bryan con una Lanza, inmovilizando y recuperando su puesto de Contendiente No.1. En la silenciosa sucesión del combate, Bryan se paró ante Reigns y el silencio reinó sobre el Universo WWE, como si todos temieran que otra riña iniciara entre estos dos. En su lugar, La Barba le ofreció una mano al vencedor y le hizo una exigencia a Reigns: "Más te vale patearle el trasero".