Brock Lesnar derrotó a Triple H en el PPV WWE Extreme Rules 2013
Brock Lesnar se sintió como en casa dentro de una jaula de acero, al igual que Triple H. La imponente superestrella que fue campeón del peso pesado de la UFC no sólo reafirmó su posición dominante en el frío acero de la jaula, sino que también puede haber puesto fin a su guerra con el Rey de Reyes tras un agotador combate que realmente encarna el extremo en todos los sentidos.
Todo esto no quiere decir que Lesnar se hiciera con la victoria fácilmente. De hecho, The Game no se molestó en esperar a que comenzara la pelea, sino que lanzó una emboscada sobre 'La Anomalía' durante la entrada de su rival, lanzándolo de cabeza contra la pared de la jaula de acero a lo que siguió un ataque desde la cuerda más alta que dejó a Lesnar tambaleándose. Y entonces fue cuando sonó la campanada inicial.
La Anomalía rugió de nuevo inmediatamente, lanzando a Triple H contra el extremo opuesto de la jaula como una pelota de ping-pong, antes de atraparlo entre las cuerdas y las cadenas, machacando a su enemigo como si fuera un saco de arena. El entusiasmo de Lesnar le provocó un error ya que un rodillazo volador que buscaba la cabeza de Triple H terminó chocando contra la jaula, quedando cojo y dando a Triple H la posibilidad de mantener la pelea en un nivel más o menos estable.
Con su rodilla (y por tanto, el F-5) sin poderlo utilizar, La Anomalía intentó poner en práctica el 'Cerrojo Kimura' utilizando una silla de acero lanzada al ring por Heyman. Pero Triple H estaba listo para eso también, atacando la pierna de Lesnar antes de aplicar un 'Figure-Four Leglock' y, más tarde, un 'Sharpshooter' en un intento por hacer que Lesnar se rindiera. La negativa de su rival a rendirse lo mantuvo en la pelea, pero The Game volvió a subir las apuestas usando la silla y un martillo oculto en la jaula, ya que le había pintado de color plata para que pasara desapercibido al coincidir con el color del acero.
La mezcla de estrategia y arrogancia (Triple H sonrió ampliamente durante su ofensiva) se volvería en contra de The Game. El martillo que tan a menudo ha marcado la diferencia en los combates del Rey de Reyes volvió a demostrar que era el factor decisivo en esta pelea, pero no de la manera que esperaba el 13 veces el campeón del mundo.
Otra intrusión en el interior del acero por parte de Heyman distrajo al Rey de Reyes de su rival el tiempo suficiente para que Lesnar aprovechara el martillo y atizara a su rival, pero Triple H estaba preparado y logró interrumpir el golpe bajo, repartiendo dos 'Pedigrees': uno para su rival y otro para su manager. Lesnar se quitó de encima a Triple H y Heyman consiguió dar el golpe que finalmente decidió el combate a favor de su cliente, atizando a Triple H con un golpe bajo que devolvió el martillo a manos de Lesnar.
La Anomalía golpeó de nuevo y esta vez dio en el blanco, golpeando con el martillo a Triple H de la misma manera en la que éste derrotó a Lesnar en WrestleMania. Con The Game viendo las estrellas, Lesnar arrastró a su rival pese a tener su rodilla lesionada y ejecutó un último F-5 que dejó inmóvil al directivo de la WWE después de literalmente contra la lona. Una cuenta de tres después y la pelea llegó a su fina, aunque Lesnar no se marchó de la jaula sin regodearse antes de su enemigo.
"La Bestia Encarnada" puso el martillo en el pecho de Triple H en una macabra exhibición fúnebre con la que quiso mostrar su dominio sobre el Rey de Reyes. Al final, Lesnar se paseó con Heyman a su lado, mientras que Triple H fue ayudado a salir del ring con una terrible cara de dolor.