En WWE TLC, Dean Ambrose y Bray Wyatt usaron todas las herramientas a su disposición en el evento estelar de la noche, una demostración horripilante en la batalla final del derby de demolición de WWE. Sin embargo, después de que ambos doblaran el acero y rompieran la madera, fue Wyatt quien salió victorioso. A pesar de la luz verde para usar todas las armas en la rampa libremente, fue otro artefacto lo que finalmente definió el combate.
Desde que interrumpió el combate de Ambrose con su antiguo hermano y ahora rival Seth Rollins en Hell in a Cell, Bray Wyatt ha estado obsesionado con el Lunático, desenterrando las dolorosas memorias de un padre ausente y una infancia desecha. Este tipo de guerra psicológica quebraría a otras Superestrellas, pero los juegos mentales de Wyatt únicamente lograron enloquecer aún más a Ambrose. Luego de que el Devorador de Mundos lesionó el cuello y garganta del ex Shield en SmackDown del 5 de diciembre, el desquiciado ex Campeón Estadounidense regresó a Raw unos días después, prometiendo devorar vivo a Wyatt en TLC.
Justo como Ambrose destruyó la mecedora de Wyatt a principios del mes, ahora estaba listo para hacerle lo mismo al predicador del pantano en el evento estelar de la noche. Sin perder el tiempo, el Lunático inició la carnicería lanzándole una escalera a Bray en la cara. Ambrose continuó machacando a su oponente con una avalancha de golpes, patadas y cabezazos. Luego de un momento en el ring, ambas Superestrellas se metieron en la tribuna, donde el Universo WWE aprovechó la oportunidad de sacar fotos en todo instante.
Utilizando las diferentes armas como un artista usaría los diferentes colores, Ambrose añadió a la mezcla una de sus favoritas, los palos de kendo. Mientras Ambrose se deleitaba demoliendo a su némesis, Wyatt esperó el momento correcto de contraatacar, lanzando a Ambrose sobre las cuerdas, quien aterrizó en una mesa a lado del ring.
Ahora era el turno de Wyatt.
Devolviéndole a Ambrose su agresión con un toque personal, Wyatt demolió al ex Shield con el palo de kendo y casi cierra el trato al aterrizar sobre su oponente con un splash desde una escalera. Ambrose recuperó el control e intentó un DDT, pero falló y Wyatt casi lo decapita con un lazo.
De alguna manera, Ambrose sobrevivió a los ataques e incluso pareció disfrutarlo. Como un niño en navidad, Ambrose llevó el combate a la rampa, poniendo a Wyatt en una mesa y cayéndole encima con un codazo. Luego, para deleite de los que no lo vieron bien la primera vez, lo hizo de nuevo. Parecía que el combate ya estaba en su bolsillo, pero antes tenía que meter a Wyatt en el ring e inmovilizarlo allí.
En el intento de meterlo al ring, Ambrose fue víctima de la Hermana Abigail, que llegó de la nada. Con su gran fuerza de voluntad, el Lunático se levanto y Wyatt intentó otra Hermana Abigail, pero Ambrose escapó y logró aplicarle el DDT. Ambrose bajó a buscar más tesoros debajo del ring y encontró una pantalla de TV, donde vio que había regalos sin abrir justo a la entrada. Tuvo una idea, y no iba a ser nada bonita.
Como un orgullos padre escogiendo un árbol de navidad, Ambrose seleccionó la escalera más alta, que llevó hasta las mesas de comentaristas, donde Wyatt yacía inmóvil.. Luego de avisarle al equipo de español que salieran de su camino, Ambrose usó una silla para aplastar la tráquea de Wyatt y luego le cayó con un codazo desde la colosal escalera, obliterando la mesa de español.
Llevando a Wyatt al ring, Ambrose le dio un macabro meso de despedida a su oponente, antes de golpearlo con el monitor de TV que había encontrado minutos antes. Sin embargo, cuando el cable se partió, una lluvia de chispas cegaron a Ambrose, dejándolo vulnerable a otra Hermana Abigail y la inmovilización.
Hemos visto que Ambrose se recupera rápidamente de las heridas y sin duda tiene muchos asuntos pendiente con Wyatt después de WWE TLC. ¿Qué tipo de retribución tiene en mente el Lunático?.
