Damien Sandow se quedó sin corona, ya que el Iluminado cayó ante el Campeón Intercontinental, Big E Langston, en lo que iba a ser su gran apuesta por la redención después de un fallido intento de cobrar el maletín de Money in the Bank. Por desgracia para él, también falló en WWE TLC.
Sandow ciertamente apuntó alto en su intento de recuperarse del fiasco del maletín y quiso intimidar físicamente a la mayoría de los actuales campeones de la WWE para que le vieran como a un peligroso rival. Sin embargo, la bravuconería del Iluminado no pudo con la fuerza bruta de Langston, que dejó al aspirante compuesto y sin título al arrollarle como si fuera un tren de carga.
Big E dejó que su fuerza legendaria hiciera todo el trabajo tras los discursos interminables de Sandow y ejecutó al aspirante al título con su enorme cuerpo de casi 130 kilos con varios 'splash' monstruosos. Sandow cambió su estrategia y eso le dio una breve ventaja a costa del propio Big E, ya que embistió al campeón estrellando su cara contra el esquinero del ring y después aprovechó la desorientación de Langston para lanzar su famoso Codazo del Desdén.
Sandow se acercó a la victoria al castigar a Langston con un rodillazo a la parte baja de su espalda, pero Big E se mantuvo en el combate con varias maniobras ejecutadas justo a tiempo, incluyendo una enorme silla eléctrica que casi acaba con su rival. Sandow es un amante de los clásicos y se acercó de nuevo a la victoria con la más clásica de las maniobras, el 'roll-up', durante un intercambio frenético de ataques. Sin embargo, el Iluminado menospreció al campeón y eso fue su perdición: el gigante tumbó a Sandow con un 'splash' en carrera y él terminó el combate momentos después con su famoso 'Big Ending'.
Aunque es poco probable que la humillación sufrida disuada a Sandow por mucho tiempo, lo cierto es que lo que iba a ser su redención se ha convertido en un capítulo más del ascenso de Big E Langston a lo más alto de la WWE. De momento, el Campeón Intercontinental sigue siéndolo y, de paso, ha silenciado a Sandow, algo que el Universo de la WWE puede agradecer calurosamente.
